11.11.07

Tres mil seiscientos segundos de melancolía

No hay nada que se adecúe tanto a un día triste como una canción triste, de esas que te hacen recordar los motivos de tu desazón.
Nada más típico que las preguntas retóricas de existencialistas soliloquios, a modo de reloj, marcando los tiempos y el desarrollo de conclusiones.
Nada tan amargo en el transcurso de esos días como el sabor de la locura, que se entrelaza con los pensamientos más cuerdos.
Y las conclusiones, si es que las hay, son en su mayoría meras resignaciones, que fácilmente podrían dar lugar a nuevos conflictos racionales.
Pero lo cierto es que lo que más caracteriza a los días melancólicos son los intensos segundos, y su silencio aparente, que envuelven al pensador en una atmósfera difusa, irreal.

Nada hay que entristezca más un día triste que el hecho de que exista dicho día.//

La tristeza por lo absurdo. Eso sí que es triste.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero esos días acaban pasando y por lo menos reflexionas sobre el origen de tu tristeza ( que alguno tendrá...xD).No son días perdidos :)
un beso!

Anónimo dijo...

Pues yo prefiero que no tengas motivos para la tristeza, que tengas un día triste, porque si, porque a veces no viene mal. Pero que al final del día recuperes tu sonrisa & la provoques en la de los demás ^^

Los días tristes sirven para reflexionar sobre la vida & eso nuunca viene mal. Nunca hay un día perdido, cada día tiene su magia ^^


(: love!

P.D.:Cuanto tiempo sin leerte ^^

Anónimo dijo...

amargarse por amargarse, o también llamado Domingo.

Te iba a decir algo para animarte, pero si vas a seguir escribiendo cosas de éstas, creo Q paso.
Buenas noches!

Anónimo dijo...

me encanta que escribas cosas, me encanta que nos hagas entender de esta manera tan maravillosa lo que sientes.. me encantas tu

te quiero cosita

Anónimo dijo...

Qué grande eres Juanmy, tienes un don... Tienes El Don, y se nota que sabes utilizarlo. Chapeau!
;)

Anónimo dijo...

las canciones a veces saben hablar por nosotros mismos, y sobre todo en esos días más tristes...aunque a veces movemos los hilos hasta convencernos a nosotros mismos de que dichas cnaciones dicen lo que pensamos, cuando no es así..